Felipe Carrillo Puerto.- Hemos depositado las primeras semillas en tierra húmeda en el campo maya.
De la mano a la tierra. Es todo un acto. La mano saludando a la tierra sagrada. Mostrando respeto.
Marcelo Carreon Mundo, un vetusto líder campesino y hoy subsecretario de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpe) nos ha entregado 10 kilogramos de semillas de maíz para sembrar la hectárea que tenemos limpia y lista.
Luís Torres Yáñez, Secretario de la Sedarpe, nos dice en entrevista vía llamada celular que son 69 mil hectáreas de maíz, caña y pitahaya los que el seguro tendrá que evaluar y luego emitir su veredicto de cuantas hectáreas están siniestradas al cien por ciento.
El 10 de Agosto cuando quemamos el campo, miles de hectáreas ya tenían pérdidas por la prolongada sequía histórica en Quintana Roo. Nadie quema en Agosto. Solo nosotros que estábamos cazando la buena temporada.
Y nos fue bien. El 18 de Agosto una onda tropical empapó la tierra.
Mientras andaba de vacaciones con mi esposa e hijo en un Resort de Cozumel éramos los únicos felices por la lluvia. Las demás caras duras querían sol.
Ya teníamos harto sol desde que empezó el año.
Esos 5 días de lluvia fue todo un amorío entre el agua y la tierra.
Así que a llevar semillas de maíz y calabaza y frijol que me entregó Fina – la prima de la frutería del Pich- a la tierra que la pedía a gritos.
De nuestras manos morenas de mis hijos y hermanos enseguida resbalaron como jugando en mini columpios las semillas que iban a parar a los pequeños hoyos que cavados apenas hace un instante se cerraban con nuestros pies para ahí empezar el milagro de la germinación.
Con estas ondas tropicales, tormentas y ciclones, pueden traer mucha lluvia para nuestra península de Yucatán y a estas tierras benditas del Sur cercanas al Mar Caribe.
Esperanza para pocos de nosotros que esperábamos impacientes el momento.
En Diciembre en vez de chocolate quizás tomemos atole caliente. Tortillas izhuá (tortilla nueva) y elotes sancochados.
¿Y por qué no? Sembrar sandía y melón en esta hectárea que tiene 7 años descansando la tierra.
Ya te tocaba a la tierra del colibrí.