Tulum.-El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín comparó al tren maya con el Sacbé (camino blanco maya) que representaba conectividad, ordenamiento y prosperidad.
-Hoy, 1000 años después, nuestra generación es testigo del surgimiento del Sacbé contemporáneo de nuestro Tren Maya, dijo como mudo testigo la pirámide frente al Mar Caribe.
-El reto-dijo- de hacer coincidir a cosmovisiones muy diferentes que perciben la realidad de manera distinta.
Y sigue diciendo ante el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador:
-El padre del federalismo mexicano, el gran Fray Servando Teresa de Mier en su famoso discurso de las profecías, hablaba de esta diversidad regional y precisamente ese fue su punto de partida para plantear la fórmula que propuso para cuestionar al México de entonces y de ahora.
“Debemos lograr la armonía social y determinar el desarrollo de nuestra nación con base en nuestras leyes fundamentales. Ello significa, en palabras más coloquiales, la voluntad de los mexicanos para encontrar los caminos para ponernos de acuerdo en libertad sobre lo esencial y trabajar como un solo equipo”., dijo ante 4 gobernadores del sureste, de Chiapas, Campeche, Tabasco y Yucatán.
-Este camino- las calzadas de los mayas- conocido como Sacbé, cumplía además otras funciones, era la ruta que seguían los sacerdotes bajo la luz de la luna para poder llegar a la gran Chichén Itzá, ese Sacbé también servía para conectar Tulum con otras importantes comunidades como Calakmul o Palenque. Y era una fuente valiosa para realizar intercambios comerciales, agrícolas, sociales y culturales entre los habitantes de la región, arengó en los acuerdos de Tulum.
Y comparó:
“De igual manera ese Sacbé a través de la calzada principal era una pieza clave para ordenar los templos, las viviendas y los terrenos de cultivo.
En resumen, ese Sacbé representaba conectividad, ordenamiento y prosperidad. 1000 años después, nuestra generación es testigo del surgimiento del Sacbé contemporáneo de nuestro Tren Maya”.
Este es el discurso completo que pronunció Carlos Joaquín ante AMLO, donde acordaron 200 mil millones de pesos para poner en 2023 en marcha este Tren Maya.
((TEXTO)) Mensaje del gobernador Carlos Joaquín en la firma del Convenio del Programa de Ordenamiento Territorial del Sureste con el presidente Andrés Manuel López Obrador en Tulum. 20 de diciembre de 2020.
diciembre 20, 2020
Buenos días.
Señor Presidente, como siempre me da mucho gusto recibirle en Quintana Roo.
Compañeros gobernadores de Chiapas, Campeche, Tabasco y Yucatán, bienvenidos.
Señor presidente municipal de Tulum, señoras y señores secretarios del gabinete federal, señor director de Fonatur, señor representante de ONU Hábitat en México, señor Supervisor Honorario del Tren Maya, ingeniero residente general y comandante del Agrupamiento Santa Lucía, invitados especiales, autoridades estatales y municipales, le doy la bienvenida a los representantes de los medios de comunicación y a quienes nos siguen a través de las redes sociales, a todas y a todos bienvenidos.
Para el pueblo y gobierno de Quintana Roo representa un motivo de especial privilegio y satisfacción recibir al señor presidente de México don Andrés Manuel López Obrador, recibirle aquí en el municipio de Tulum, en esta hermosa joya que es su zona arqueológica y compartir con usted, los gobernadores y quienes nos acompañan este convenio de coordinación del gran proyecto del Tren Maya para el sureste de México.
Nuestro origen regional nos hermana entre todos y con el presidente de México nos hermanamos también.
Permítame hacer una reflexión sobre la gran trascendencia de este evento.
Todos estamos convencidos que nuestro México es un mosaico de climas y un prisma de culturas. De esa maravillosa riqueza de nuestra diversidad natural y étnica es también uno de los más grandes retos para los mexicanos, el reto de hacer coincidir a cosmovisiones muy diferentes que perciben la realidad de manera distinta.
El padre del federalismo mexicano, el gran Fray Servando Teresa de Mier en su famoso discurso de las profecías, hablaba de esta diversidad regional y precisamente ese fue su punto de partida para plantear la fórmula que propuso para cuestionar al México de entonces y de ahora.
Debemos lograr la armonía social y determinar el desarrollo de nuestra nación con base en nuestras leyes fundamentales. Ello significa, en palabras más coloquiales, la voluntad de los mexicanos para encontrar los caminos para ponernos de acuerdo en libertad sobre lo esencial y trabajar como un solo equipo.
El ejercicio que hoy nos convoca es la gran oportunidad para seguir avanzando en ese sentido y es icónico que lo hagamos aquí en Tulum, a la orilla de la mar turquesa del Caribe Mexicano.
Tulum reconocida como una de las ciudades más bellas de la cultura maya, tiene un templo majestuoso que guarda algunos secretos, como el del camino blanco que está detrás del templo que nos trae este escenario que conectaba con la casa del cenote y se utilizaba para traer agua dulce a la ciudad.
Este camino, conocido como Sacbé, cumplía además otras funciones, era la ruta que seguían los sacerdotes bajo la luz de la luna para poder llegar a la gran Chichén Itzá, ese Sacbé también servía para conectar Tulum con otras importantes comunidades como Calakmul o Palenque. Y era una fuente valiosa para realizar intercambios comerciales, agrícolas, sociales y culturales entre los habitantes de la región.
De igual manera ese Sacbé a través de la calzada principal era una pieza clave para ordenar los templos, las viviendas y los terrenos de cultivo.
En resumen, ese Sacbé representaba conectividad, ordenamiento y prosperidad. 1000 años después, nuestra generación es testigo del surgimiento del Sacbé contemporáneo de nuestro Tren Maya.
El proyecto retoma la naturaleza original de generar bienestar y conexión entre las personas y los pueblos de nuestra región como entonces juntos nos debemos asegurar que su impacto tenga una planeación ordenada y beneficie a todos.
Queremos que ese tren represente, por un lado, una apertura al crecimiento, al desarrollo de nuestras comunidades y, por el otro, un referente permanente de nuestras tradiciones, de nuestra cultura y el recuerdo de nuestros ancestros.
A mis compañeros gobernadores, a los presidentes municipales del sureste de México, les invito a que compartamos este proyecto común teniendo en cuenta ante todo priorizar el trabajo en conjunto entre los tres órdenes de gobierno con el pleno respeto a los usos, costumbres y tradiciones propias.
Solo así podemos construir juntos lo mejor para nuestros pueblos, solo así marcaremos ese rumbo en el cual el Tren Maya nos permitirá estar más cerca de lo que somos y de lo que jamás debemos abandonar.
Hoy nuestro gran desafío como gobernantes es generar condiciones de bienestar para nuestras comunidades. Por eso lo he señalado en varias oportunidades, estamos comprometidos en dar ese gran salto de civilidad democrática, de dar y estar conscientes de que somos gente de voluntad para salir adelante en la tarea de erradicar la pobreza; doblegar la violencia y fortalecer los ideales de democracia en libertad e igualdad, con paz y justicia en el estado de derecho.
Aquí no hay otro espacio que el de trabajar todos de la mano porque hay mucha gente muy necesitada que espera respuestas y resultados concretos.
Y todos queremos seguir creciendo, pero en armonía, con mejores servicios y con beneficios para todos. Nuestra estrategia entonces es la de ordenar ese crecimiento.
Por ello, a través de la firma de este Convenio Marco de Ordenamiento Territorial tengo la certeza de que seguiremos avanzando en la ruta del bienestar compartido de nuestra región.
Así, juntos construimos el porvenir de las generaciones venideras y, sin duda, sembramos para un mañana con progreso y armonía social.
Señor presidente:
En Quintana Roo el Tren Maya genera crecimiento económico y orden en ese crecimiento, con el tren y trabajando de la mano con Fonatur tenemos un gran proyecto de movilidad interna para Cancún que incluye el puente de la laguna Nichupté y nuevos desarrollos comerciales habitacionales, orden en ese crecimiento.
Daremos proyectos de ordenamiento en su crecimiento a Playa del Carmen, Puerto Morelos, Bacalar y Tulum donde además se construirá un nuevo aeropuerto.
En las comunidades de los municipios de Carrillo Puerto, José María Morelos, Bacalar, Lázaro Cárdenas y Othón P. Blanco mejoraremos las carreteras y caminos que enlazan las ciudades y poblados con las estaciones del tren y dignificaremos los poblados con mejor infraestructura urbana.
Enlazaremos el tren con Holbox y con Mahahual y para Chetumal, nuestra capital, además de ser zona libre de nuevo, acción que le agradezco a nombre de todas y todos los chetumaleños uniremos el Tren Maya con su nuevo Parque Industrial con Recinto Fiscal y una nueva Central de Abastos.
Queremos un crecimiento económico que sea base de un desarrollo equilibrado, sustentable y socialmente justo, que incluya esencialmente a las comunidades mayas y ponga en valor sus productos, respetando sus tradiciones y forma de vida.
Hoy, el reto que implica el Tren Maya es enorme y traspasa las fronteras de lo estatal, el objetivo requiere la voluntad y el esfuerzo de los gobiernos y la sociedad de toda la región y el respaldo del gobierno federal, se requiere de la fuerza ancestral de todos los pueblos mayas contemporáneos.
Las y los quintanarroenses damos fe de ello, de cómo trabajando juntos hemos venido controlando el fenómeno del sargazo que nos agobiaba, del esfuerzo conjunto para ir controlando día a día esta pandemia que ha cambiado nuestra vida familiar, social y laboral, en la lucha para disminuir la inseguridad y recuperar con orden, gradualidad y responsabilidad nuestra actividad económica.
Los empleos empiezan a recuperarse. Sí se puede y lo debemos hacer juntos. Nos observan los ojos de las niñas y niños, de los adolescentes y jóvenes, de las familias, de las mexicanas y los mexicanos que quieren conocer, amar y disfrutar de esta parte maravillosa de su México, de los millones de turistas extranjeros que quieren venir a gozar de la región más esplendorosa del mundo.
Queremos que este Tren, que cada quintanarroense, yucateco, tabasqueño, chiapaneco, campechano y cada ciudadano de sus municipios y comunidades sientan que su vida mejora, en un entorno urbano sustentable y sostenible, que tenga esa oportunidad concreta que antes no tenía y que cada uno pueda ver cómo su vida y la de su familia progresa.
Somos una generación que está comprometida con el futuro de nuestros estados y nadie nos va a negar esta oportunidad que tenemos de querer cambiar de raíz las cosas.
Aquí no hay otro espacio que el de trabajar de la mano entre todos. A todos, a cada uno desde su trinchera, nos compete la obligación de seguir escribiendo una historia de éxito para nuestro querido sureste mexicano.
Sigamos trabajando juntos, unidos, por un solo México.
Muchas gracias.
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