AGENCIA SIM
Tulum.- Hoy fue realizado en esta ciudad, con gran asistencia de ejidatarios, más algunos ambientalistas, la consulta pública por la Manifestación de Impacto Ambiental para el Tramo 5 del Tren Maya, con múltiples preguntas por parte de los presentes, las que fueron contestados por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), pero no siempre de forma satisfactoria.
En la presentación, Efraín Olivares Lira, gerente de obras de Fonatur-Tren Maya, división creada para este proyecto, explicó que los trabajos en un inicio se realizaban sobre la carretera, que era zona impactada, pero al cambiarse hacia el interior, obtuvieron permisos provisionales para la realización del proyecto, los que ahora están detenidos por un amparo.
El funcionario federal aseguró que hicieron estudios con el INAH y con expertos para identificar vestigios ademaś de cavernas de gran tamaño, para así modificar el trazo. Luego sigueron los estudios de geofísica para ver la estructura del suelo.
Un ejemplo, mencionó, fue la zona de Jacinto Pat, en donde había una muy alta densidad de cavernas, por lo que modificaron el trazo.
También aclaró que no habrá viaductos sobre cavernas, sino un esquema de pilotes y losas.
En cuanto al cambio de uso de suelo, afirmó que hay avances tanto en los inventarios forestales, como en la tenencia sobre la tierra.
Después, hablaron cerca de 20 personas, la mayoría de ellos ejidatarios que expresaron su apoyo hacia el tren, que esperan genere desarrollo en sus comunidades, en donde sufren por la falta de oportunidades para obtener ingresos, falta de servicios públicos e incluso la emigración de sus jóvenes a ciudades.
Algunos buzos y ambientalistas también tomaron la voz, pero para expresar sus preocupaciones hacia este proyecto, que aseguran pondría en peligro el sistema de ríos subterráneos más grande del continente.
En la sesión de preguntas y respuestas, hubo más de 70 intervenciones, la mayoría de ellas por los poco ambientalistas presentes, quienes no se quedaban satisfechos con la respuesta dada por Fonatur y volvían a pedir la voz. Muy a menudo, los promoventes aceptaban no contar con la información solicitada por estos ciudadanos, lo que los inconformaba más.
En entrevista posterior, Efraín Olivares aceptó que la suspensión actual, por un amparo, puede afectar los plazos, pero todavía están dentro de la ventana de tiempo que permite recuperar el tiempo, en caso de autorizarse la Manifestación de Impacto Ambiental.
Aceptó que la modificación de la ruta generó un impacto económico, en especial por las medidas de mitigación de daño a fauna y esquemas para salvar las cavernas subterráneas, pero de todas formas es una optimización de los recursos, comparado al proyecto original, que sería elevado.
El funcionario aseveró que más importante que el tema de recursos, sin embargo, es el tiempo, pues lo principal es poder poner a andar el tren para que la región pueda cosechar sus beneficios.
Por su parte, en entrevista separada, el buzo José Urbina, uno de los promoventes del amparo que mantiene detenida esta obra, dijo que en esta reunión se evidenció que Fonatur no tiene conocimiento suficiente sobre la zona como para proceder con este proyecto.
El activista dijo que sin querer entrar en la utilidad o no de un tren para la Riviera Maya, no pueden rebatir sus inquietudes ambientales con los supuestos beneficios del proyecto, porque esos se mantendrían sin importar dónde pongan el tren y su inconformidad es que justo lo hagan por la selva.
También se quejó que el proyecto original era sobre la carretera, pero por razones desconocidas, supuestamente por ser muy caro, fue cambiado a atravesar la selva.
“Yo les pregunté por qué lo cambiaron y no supieron responder”, afirmó.
También denunció que no existan medidas de mitigación por el impacto a los ríos subterráneos, pues alegan que no los contaminarán, lo que él rechazó.
“Por fin toda la comunidad se reunió para tomar decisiones en beneficio de nuestro hogar”, declaró, en relación a este encuentro.
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